FECHA
2006 – 2009
ARQUITECTOS
Francisco Lacruz, Alejandro San Felipe, Ana Otal
INGENIERO
Daniel Abad Lasala
LOCALIZACIÓN
Parque Tecnológico Walqa. Huesca
CLIENTE
Instituto Tecnológico Aragonés
SUPERFICIE
4.200 m2
abril 03, 2020
FECHA
2006 – 2009
ARQUITECTOS
Francisco Lacruz, Alejandro San Felipe, Ana Otal
INGENIERO
Daniel Abad Lasala
LOCALIZACIÓN
Parque Tecnológico Walqa. Huesca
CLIENTE
Instituto Tecnológico Aragonés
SUPERFICIE
4.200 m2
El edificio para la nueva sede del Instituto Tecnológico de Aragón, ubicado en el Parque Tecnológico Walqa, debía representar la imagen de innovación del centro mediante una propuesta bioclimáticamente responsable.
El Parque Tecnológico Walqa se encuentra en el límite entre el territorio natural y el territorio urbano, en el punto donde la ciudad consolidada se funde con el paisaje, con la presencia constante de los montes del Prepirineo al fondo. El proyecto se construye sobre la base de una geografía modificada, como si formara parte de las colinas circundantes, enraizado en el terreno y como una pieza del nuevo paisaje. Lo construido no se camufla, sino que se abstrae del territorio para convertirlo en arquitectura a través de un juego de planos y aristas.
El centro se concibe como un lugar de referencia para el desarrollo y la investigación de nuevas tecnologías. El programa contiene una serie de usos comunes y cuatro laboratorios de ideas, que pueden trabajar tanto independiente como conjuntamente. Por ello, el edificio se estructura a partir de cuatro cuerpos (dedos) ordenados radialmente alrededor de un espacio central común a doble altura, que alberga los servicios comunes, tales como biblioteca, administración, aulas de formación o áreas de descanso. La orientación de los dedos responde al correcto soleamiento, la privacidad de los distintos usos y las mejores vistas.
La distribución de cada cuerpo es análoga: una gran sala diáfana destinada al trabajo de taller y una franja de despachos abierta a la gran sala. Entre ellas aparece una espina de instalaciones registrables en techo y suelo que posibilita un versátil uso posterior. El paisaje se introduce en el espacio de trabajo a través de patios que intencionadamente capturan las imágenes lejanas de las montañas y las más próximas del jardín de abedules. La galería de celosía antepuesta a los huecos difumina su existencia desde el exterior y protege las áreas de trabajo de la insolación directa.
La simplicidad constructiva se manifiesta tanto en los procesos de ejecución como en los materiales empleados. La estructura se resuelve mediante placas prefabricadas aligeradas de hormigón armado apoyadas en la celosía portante exterior, lo que permite una ocupación libre de cada uno de los brazos. Para la fachada y cubierta se utiliza el mismo sistema: paneles sándwich de acero lacado separados de sus respectivos elementos portantes para dejar una cámara de aire uniforme. La adecuada orientación, al sistema de lamas y la fachada y cubierta ventiladas garantizan un consecuente consumo energético.